Bunbury y otros artistas opina sobre la polemica sobre Russian Red
La polémica de Russian Red, en primera persona
Lourdes Hernández, más conocida como Russian Red, ha provocado una animada controversia mediática al admitir en una revista de moda que ella se decanta por la ideología de derechas. Hoy EP3 publica un artículo que recoge reacciones de varios compañeros de profesión. La propia Russian Red, Enrique Bunbury, Nacho Vegas, Andrés Calamaro y Manolo Martínez (Astrud) se explayan a continuación sobre esta cuestión y otras más generales, como las querencias políticas del gremio musical, si los artistas de derecha callan por no molestar o la forma en que influye la postura política personal a la hora de hacer canciones.
RUSSIAN RED
La declaración en la revista Marie Claire de que preferías la derecha a la izquierda se convirtió en la tercera noticia más leída de La Razón y la primera de la web Jenesaispop. ¿Te ha sorprendido este revuelo en la red? ¿Qué conclusiones sacas de esta pequeña polémica?
En Jenesaispop cualquier cosa que diga o haga se critica con mucha crueldad, desde los que comentan, no desde los que publican. Lo de La Razón me parece más interesante. Pero, francamente, si al principio este asunto me asustó un poco, ha acabado por darme igual. He recibido mucha agresividad y poco respeto desde que hice está escuetísima declaración, y la conclusión que saco de todo esto es que existe una totalitarización de la opinión pública que poco se acerca a los ideales de una sociedad progresista.
ENRIQUE BUNBURY
Hace unos días la cantautora indie Russian Red se declaraba de derechas en la revista Marie Claire y esa declaración se convirtió en la tercera noticia más vista de La Razón y la primera en la web musical Jenesaispop. ¿Qué opinas de esta reacción de los lectores?
La Razón, ni los comentarios de los internautas, en general. Supongo que lo preguntas porque la pondrían a caldo. La política en España y en otros países bipartidistas siempre es un tema controvertido. Particularmente, considero obsoleto y poco elegante tanto ser de izquierdas, como de derechas. Ante el Fondo Monetario Internacional todos somos iguales, o sea, la nada.
¿Crees que hoy en día en España declararse simpatizante de una u otra opción política puede ayudar o perjudicar carreras musicales?
Por supuesto que es perjudicial, pero para la salud. El mundo en el que vivimos tiene problemas más importantes que las rencillas a las que quieren que juguemos los verdaderos intereses planetarios. Mientras nos peleamos por si queremos Rajoy o Rubalcaba nos están metiendo los goles por la escuadra.
De vez en cuando se escuchan conversaciones de backstage donde se afirma que el pop español en general es entre apolítico y de derechas. ¿Hasta que punto estás de acuerdo con esta afirmación?
No conozco a muchos músicos del pop español. Tampoco me importa mucho si Nena Daconte o La Quinta Estación vota a Convergencia o a UPyD. En general, el Rock siempre fue de izquierdas. Pero tampoco es una cualidad que denote una mayor inteligencia o sensibilidad. Ya te digo que son el mismo perro con distinto collar.
¿Conoces casos de músicos que son de derechas pero temen decirlo en público?
Sinceramente, no. Pero conozco no-músicos de derechas. Y hay gente maravillosa aquí y allá, aunque voten a los partidos que nos meten en los berenjenales en los que estamos. Si ser buena persona es independiente de tus despropósitos políticos, igualmente, ser buen músico, no tiene porque identificarte con una línea de pensamiento concreta.
¿Qué opinas de explicitar tus opiniones políticas en una canción? ¿Es necesario, optativo, inevitable?
Creo que los medios de comunicación y los partidos políticos han enfrentado al pueblo con los titiriteros, despreciándolos, sabedores de que una canción, una película o un poema son mucho más poderosos de lo que, seguramente, les gustaría.
Cualquier otro comentario que te parezca oportuno hacer sobre este asunto es bienvenido.
Me gusta el nuevo sencillo de Russian Red, escucharé su álbum en las próximas horas.
NACHO VEGAS
A partir de vuestras preguntas os respondo directamente a continuación:
Las reacciones de los lectores a las declaraciones de Russian Red no me extrañan demasiado. Salvando todas las distancias, recuerdo que cuando Moe Tucker apoyó al Tea Party también fue muy comentado. En mi opinión, hoy en día, cuando las políticas neoliberales han dejado en la calle a familiares y amigos míos y han recortado derechos fundamentales a la mayoría de la gente, que además está saliendo en masa a la calle, no puedo evitar pensar que cualquiera que se declare de derechas ha de ser un cretino o un cabrón. O un potentado. Como en principio no tengo a Lourdes por ninguna de estas tres cosas, quiero pensar que no sabía muy bien de lo que hablaba. Creo que su frase fue algo así como "si tengo que decantarme, de derechas". Creo que lo más estúpido fue que se defendiera diciendo "lo que pasa es que en este país falta libertad de expresión". Sí, va a ser eso lo que falta…
Yo no tengo ni idea de si significarse en política puede ayudar o hundir carreras pop, pero desde luego si a mí me apoyara Intereconomía me hundiría la moral.
En mi generación, la del pop independiente, hace años percibía cierto distanciamiento cínico, del tipo "yo paso de política", lo cual no deja de ser una actitud reaccionaria. Afortunadamente creo que eso ha ido cambiando. Sí conozco a gente de derechas que asiste a conciertos, y hace poco una antigua componente de un grupo de pop me dijo que había votado a Cascos. Yo me lo tomé a broma, pero no era así. El populismo de derechas se ve que ha calado en gente de todo tipo. Pero no conozco a gente que sea de derechas y no se atreva a confesarlo. Ahora la derecha está orgullosa de serlo, así están las cosas.
Hacer canciones significa hablar de tu relación con el mundo, de cuestionarlo, por lo que creo que la política en un sentido amplio debe estar de forma más o menos implícita en tus canciones. Explicitar tus opiniones es algo optativo, pero puede convertirse en necesario según el momento que estés viviendo. En realidad no me extraña tanto que Lourdes sea de derechas porque creo que su intención es solo hacer canciones bonitas. Lo que sí sería una sorpresa mayúscula es que lo fueran Los Planetas o Triángulo de Amor Bizarro, por ejemplo.
ANDRÉS CALAMARO
¿Crees que el grueso de artistas pop/rock en España se sitúa a la izquierda o a la derecha en el espectro político? ¿En qué se basa esa impresión?
No tengo esa impresión; mi generación cultivó cierto hedonismo ético, que se encontraba más volcado a la izquierda europea de Felipe González, un marxismo burgués con cierta conciencia. El fundamentalismo light que sostiene las banderas de lo que se entiende como "corrección política", es demasiado ingenuo para mi gusto, pero otros cuadros con menos memoria política y social podrían abrazar estas tibias convicciones y dejarse seducir por el extraño encanto del anticastrismo furioso.
¿Crees que un artista pop/rock que se declare de derechas en España puede ver perjudicada su carrera profesional? ¿De qué modo?
No tendría que ser así, puesto que la confrontación política es inútil fuera del puterío electoral; pero las cosas son como son, un artista que se declare conservador es la persona más normal del mundo pero podría ser fustigado por una "izquierda a cuerda" que es más aparente que otra cosa.
¿Conoces casos de artistas españoles que son de derechas pero temen decirlo?
A la sazón de mi diálogo con los colegas de oficio, mi generación sigue esperando la construcción de una tercera fuerza, sin demasiadas ilusiones en ver resucitar a un socialismo fuerte en el cumplimiento de su dirección social. Conservadores y "bohemios" estamos de acuerdo en varias cosas, y miramos sorprendidos cómo España sufre los ajustes del FMI a más de veinte años de la opresión de los estados americanos endeudados.
Con el paso del tiempo, ¿dirías que en la escena musical española los prejuicios por las opciones políticas van a más o a menos? ¿Por qué?
La escena musical es una cosa, y tampoco tengo yo un panorama revelador de la genética ideológica de los demás músicos; pero las generaciones que componen nuestro público responde, en su mayoría, al concierto concertado de la realidad según la cuentan los periódicos y la vida diaria; no tienen memoria histórica, recuerdan lo que vivieron y estaban demasiado borrachos para recordar demasiado.
¿Qué te parece el tratamiento de asuntos políticos en las canciones pop/rock en España? Se agradecen los ejemplos.
Me consta que el pensamiento de mi generación es sólido; nosotros vivimos el círculo karmático de los 360º, la experiencia total... Aun detrás de nuestras máscaras estéticas, reunimos pensamiento y actitud; la música da la impresión de detener el tiempo, todo lo contrario a lo que ocurre en la política.
¿Cómo dirías que influyen tus convicciones políticas en tu manera de hacer canciones y manejarte como artista?
Las canciones no mienten y la vida no está hecha de canciones. Mi repertorio pasó por pasillos de extremidades ideológicas presentadas crudas; y mi raigambre ideológica tiene forma de libertades individuales, de defensa de un modo de vida, de análisis. Y también puede presentarse, ya en un marco artístico, como disparate político. Pero tengo suficiente letra para enmarcar una ética personal y funcional en cuanto a manejarme o dejarme manejar.
Cualquier otro comentario que te parezca oportuno hacer sobre este asunto es bienvenido.
Rivalizar con chicanas frente a nuestros rivales políticos es ingenuo, es infantil pero es una canallada; si desconocemos el respeto no seremos respetables ni mucho menos. La confrontación es importante en el fútbol, pero a la música y a la sociedad no le beneficia en lo más mínimo; una cosa es presentar ideas, otra diferente es oponerse a las ideas solo por aparentar una ética biempensante de patio de colegio.
¿Conoces casos de artistas españoles que son de derechas pero temen decirlo?
A la sazón de mi diálogo con los colegas de oficio, mi generación sigue esperando la construcción de una tercera fuerza, sin demasiadas ilusiones en ver resucitar a un socialismo fuerte en el cumplimiento de su dirección social. Conservadores y "bohemios" estamos de acuerdo en varias cosas, y miramos sorprendidos cómo España sufre los ajustes del FMI a más de veinte años de la opresión de los estados americanos endeudados.
Con el paso del tiempo, ¿dirías que en la escena musical española los prejuicios por las opciones políticas van a más o a menos? ¿Por qué?
La escena musical es una cosa, y tampoco tengo yo un panorama revelador de la genética ideológica de los demás músicos; pero las generaciones que componen nuestro público responde, en su mayoría, al concierto concertado de la realidad según la cuentan los periódicos y la vida diaria; no tienen memoria histórica, recuerdan lo que vivieron y estaban demasiado borrachos para recordar demasiado.
¿Qué te parece el tratamiento de asuntos políticos en las canciones pop/rock en España? Se agradecen los ejemplos.
Me consta que el pensamiento de mi generación es sólido; nosotros vivimos el círculo karmático de los 360º, la experiencia total... Aun detrás de nuestras máscaras estéticas, reunimos pensamiento y actitud; la música da la impresión de detener el tiempo, todo lo contrario a lo que ocurre en la política.
¿Cómo dirías que influyen tus convicciones políticas en tu manera de hacer canciones y manejarte como artista?
Las canciones no mienten y la vida no está hecha de canciones. Mi repertorio pasó por pasillos de extremidades ideológicas presentadas crudas; y mi raigambre ideológica tiene forma de libertades individuales, de defensa de un modo de vida, de análisis. Y también puede presentarse, ya en un marco artístico, como disparate político. Pero tengo suficiente letra para enmarcar una ética personal y funcional en cuanto a manejarme o dejarme manejar.
Cualquier otro comentario que te parezca oportuno hacer sobre este asunto es bienvenido.
Rivalizar con chicanas frente a nuestros rivales políticos es ingenuo, es infantil pero es una canallada; si desconocemos el respeto no seremos respetables ni mucho menos. La confrontación es importante en el fútbol, pero a la música y a la sociedad no le beneficia en lo más mínimo; una cosa es presentar ideas, otra diferente es oponerse a las ideas solo por aparentar una ética biempensante de patio de colegio.
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