¡Nacho Vegas se presenta hoy en Guadalajara!
Es considerado como uno de los más importantes en la escena del rock independiente de España. Visitó por primera vez la ciudad en 2007, hoy regresa para compartir su soledad con los tapatíos, la cita a las 20:30 horas en el Teatro Diana.
Para un cantautor que salió de la noche para cantar sobre las más obscuras zonas de la naturaleza humana, Nacho Vegas (Gijón, 1974) se toma con mucha filosofía y buen humor la creación de canciones. “A mí no me mola cuando escucho canciones de gente que parece que miran su ombligo y no salen de ahí. La tristeza no es nada bonito, nada con lo que se pueda hacer algo bonito. En el fondo, las canciones tristes, y esto creo que es de Springsteen, hablan de resistencia al dolor y a las cosas tristes”, ha dicho sobre su acusada tendencia a las letras de irónica y lúcida resignación en más de siete álbumes.
“En mi opinión hay canciones que tienen un tema muy duro, que hay que abordar. Pero por muy duro que sea tienes que dejar estos sentimientos salir, para luego dejar la canción abierta. Hacer que la canción sea algo luminoso, que anuncie algo de luz y posteriormente el tema sea menos lúgubre”, dice con su característica voz cavernosa. Nacho Vegas está acostumbrado a abordar sus canciones como textos literarios y es autor de un libro (Política de hechos consumados, Palmart 2004) y de un relato (El abrigo de Isabel) para el libro Canciones contadas de la editorial Km1.
No es extraño entonces, hablar de Vegas en un contexto literario, sus canciones son microficciones redondas como los relatos que perseguía Cortázar. El español inició estudios de Filología Hispánica en la Universidad de Oviedo y entre sus influencias musicales cita a Nick Cave, Tom Waits y al reciente ganador del Premio Príncipe de Asturias, Leonard Cohen. Canciones como “Detener el tiempo”, “Serie Negra”, “Lole y Bolan” atestiguan un ímpetu letrístico que va más allá de lo musical adentrándose a la tradición del narrador/trovador. Lo que es más, Vegas visitó por primera vez la ciudad por un compromiso en la Feria Internacional del Libro en 2007 al participar en el encuentro “Canción: palabra escrita”. “Ya estuve una vez por Guadalajara para la Feria del Libro cuando me invitaron para una mesa redonda y para dar una especie de pequeño concierto, pero la verdad es que me había quedado con ganas de regresar para algo más grande”, comenta.
“En mi opinión hay canciones que tienen un tema muy duro, que hay que abordar. Pero por muy duro que sea tienes que dejar estos sentimientos salir, para luego dejar la canción abierta. Hacer que la canción sea algo luminoso, que anuncie algo de luz y posteriormente el tema sea menos lúgubre”, dice con su característica voz cavernosa. Nacho Vegas está acostumbrado a abordar sus canciones como textos literarios y es autor de un libro (Política de hechos consumados, Palmart 2004) y de un relato (El abrigo de Isabel) para el libro Canciones contadas de la editorial Km1.
No es extraño entonces, hablar de Vegas en un contexto literario, sus canciones son microficciones redondas como los relatos que perseguía Cortázar. El español inició estudios de Filología Hispánica en la Universidad de Oviedo y entre sus influencias musicales cita a Nick Cave, Tom Waits y al reciente ganador del Premio Príncipe de Asturias, Leonard Cohen. Canciones como “Detener el tiempo”, “Serie Negra”, “Lole y Bolan” atestiguan un ímpetu letrístico que va más allá de lo musical adentrándose a la tradición del narrador/trovador. Lo que es más, Vegas visitó por primera vez la ciudad por un compromiso en la Feria Internacional del Libro en 2007 al participar en el encuentro “Canción: palabra escrita”. “Ya estuve una vez por Guadalajara para la Feria del Libro cuando me invitaron para una mesa redonda y para dar una especie de pequeño concierto, pero la verdad es que me había quedado con ganas de regresar para algo más grande”, comenta.
Sobre el disco que le trae por primera vez para un concierto en la ciudad se ha dicho en su país que es el material más accesible que ha grabado hasta el momento. Pero con Vegas siempre hay más de lo que se puede observar. Algunos temas más eléctricos quedaron fuera de la selección final de “La Zona Sucia”. “Nunca tengo muy claro que canciones irán en el álbum. Escribo un montón de canciones y al final lo decido. La verdad es que no tenía muy claro como quería iniciar el disco o como quería acabarlo… y al final he decidido los temas por la temática y el ambiente musical que tienen”, señala el autor.
A la pregunta de cuál sería el mejor lugar y momento para escuchar sus canciones, Nacho Vegas responde: “No lo sé la verdad, nunca lo había pensado. La música tiene algo bueno y malo a la vez, que es que se puede escuchar en un montón de sitios diferentes. Pero los discos que a mí me gustan he aprendido que es mejor disfrutarlos en soledad, en la intimidad es como logro meterme realmente en ellos. Es como realmente los disfruto y quiero pensar que también es una buena forma para escuchar los míos”.
Hoy los tapatíos tendrán la oportunidad de compartir la soledad de la mano de un cantautor cuyo verdadero oficio es detener el tiempo con su música. La cita es en el Teatro Diana (avenida 16 de septiembre 710) en punto de las 20:30 horas. La entrada tiene un costo que va de los 190 a los 610 pesos.
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El cantautor español promociona su nuevo material “La zona sucia”.Guadalajara.-
Nacho Vegas, un cantautor español considerado como uno de los más importantes en la escena del rock independiente de España regresa a Guadalajara para satisfacer a los no muchos, pero muy fieles seguidores que tiene en nuestra ciudad. Luego de su actuación este dos de junio en el Teatro Diana y al día siguiente será el turno para la ciudad de México en el Teatro Metropolitan para disfrutar de la lírica del español.
En México se trata todavía de un autor al que pocos conocen, pero los seguidores que tiene son por demás fieles y le tienen en un lugar privilegiado en el altar de sus cantantes favoritos. Su popularidad ha ido in crescendo en los últimos años, traspasando el límite del gusto de “boca en boca” para empezar a formar parte del **mainstream. Desde 2001 ha publicado tres álbumes en solitario, pero su colaboración con Christina Rosenvinge y sobre todo con Enrique Bunbury lo ha llevado a estar en vitrinas que lo acercan al gran público.
En México se trata todavía de un autor al que pocos conocen, pero los seguidores que tiene son por demás fieles y le tienen en un lugar privilegiado en el altar de sus cantantes favoritos. Su popularidad ha ido in crescendo en los últimos años, traspasando el límite del gusto de “boca en boca” para empezar a formar parte del **mainstream. Desde 2001 ha publicado tres álbumes en solitario, pero su colaboración con Christina Rosenvinge y sobre todo con Enrique Bunbury lo ha llevado a estar en vitrinas que lo acercan al gran público.
Es fundador de la banda Mata Raya y ha tenido colaboraciones con bandas como Corcobado, Migala, Lucas 15, Penélope Trip, entre otras. Se trata de un autor en el que se pueden identificar claras influencias de figuras como Leonard Cohen, Tom Waits o Bob Dylan, en la línea de artistas como Will Oldham, Nick Cave o Will Oldham. Así, es la receta perfecta para una noche lluviosa e introspectiva.
“Es uno de esos cantantes que gustan por ser sinceros, transparentes y directos. Aunque ahora ya empieza a pasar lo de siempre, que empieza a dejar de ser algo que pocas personas comparten para ser más un artista masivo y eso no es tan bueno. Por lo pronto, lo bueno es que sigue fiel a su estilo y eso es bueno. El nuevo disco es buenísimo, esperemos que siga en esa misma línea”, comenta el escritor local Roberto Visantz, autor de **Las humedades quien estará presente en el concierto del Diana.
Nacho Vegas viene a México a en una gira promocional de su disco “La zona sucia”, un material inspirado en la pasión del artista por el mundo que rodea a la Fórmula 1 y que se ha convertido en un verdadero éxito de ventas en España.
La cita es este 2 de junio en el Teatro Diana (avenida 16 de septiembre 710) en punto de las 20:30 horas. La entrada tiene un costo que va de los 190 a los 610 pesos.
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